Portilla de la Garganta

Portilla de la Garganta
Ese pedrusco de la izquierda es el Fraile

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sábado, 27 de marzo de 2010

A solas

Poema de Ismael Enrique Arciniegas
(Colombiano).

Fotos de la red



A solas
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¿Quieres que hablemos?... Está bien... empieza...
habla a mí corazón como otros días...
Pero no... ¿qué dirías?...
¿Que podrías decir a mí tristeza?...
No intentes disculparte; todo es vano...
ya murieron las rosas en el huerto.
El campo verde lo secó el verano,
y mí fe en tí, como mí amor, ha muerto.
¡Amor arrepentido!...
¡Ave que quiere regresar al nido
a través de la escarcha y la neblina!...
Amor que vienes aterido y yerto...
¡Donde fuiste feliz ya todo ha muerto!...
No vuelvas... ¡todo lo hallarás en ruinas!...
¿A qué has venido?... ¿para qué volviste?...
¿Qué buscas?... ¡Nadie habrá de responderte!...
Está sola mí alma y estoy triste,
inmensamente triste hasta la muerte.
Todas las ilusiones que te amaron,
las que quisieron compartir tú suerte,
mucho tiempo en la sombra te esperaron
y se fueron... ¡cansadas de no verte!...
¡Cuando por vez primera
en mí camino te encontré, reía
en los campos  de alegre primavera!...
¡Hoy todo cuán distinto!... Paso a paso
y solo, voy por la desierta vía;
nave sin rumbo entre revueltas olas,
pensando en las tristezas del ocaso
y en las tristezas de las almas solas.
En torno la mirada no columbra
sino aspereza y páramos sombríos:
y la estrella que amamos ya no alumbra
el azul de tus sueños y los míos...

¡Partiste para ignota lontananza
cuando empezaba a descender la sombra!...
¿Recuerdas?... ¡Te imploraba mí esperanza!...
Pero ya mí esperanza no te nombra...
No ha de nombrarte... ¿para qué?... Vacía
está el ara y la historia yace trunca...
ya, para qué esperar que irradie el día,
ya, para qué decirnos: ¡Todavía!...
si una voz grita en nuestras almas: ¡Nunca!...
Dices que eres la misma, que en tu pecho
la dulce llama de otros tiempos arde,
que el nido del amor no está deshecho,
que para amarnos otra vez no es tarde.
Te engañas... No lo creas... Ya la duda
echó en mí corazón fuertes raices...
ya la fe de otros años no me escuda...
¡Quedó de sueños mí ilusión desnuda,
y no puedo creer lo que me dices!...
No lo puedo creer... Mí fe turbada,
mí fe en tu amor perdida,
es ancla de una nave destrozada...
¡Ancla en el fondo de la mar caída!...
Anhelos de un amor, castos, risueños...
¡Ya nunca volverán!... Se van... se esconden...
¿Les llamas?... Es inutil... ¡No responden!...
¡Ya los cubre el sudario de mís sueños!...
Hace tiempo se fue la primavera...
llegó el invierno fúnebre y sombrío...
Ave fue nuestro amor... Ave viajera...
¡Y las aves se van cuando hace frío!...



viernes, 26 de marzo de 2010

Regalo de Reina de Buenos Aires


Este regalo me lo ha pasado mí amiga Reina, del blog: http://reinadebuenosaires.blogspot.com/
 La condición es que tengo que desvelar ante mis seguidores siete secretos... ¡Ahhh! y yo que los tenía ahí guardados sin que nadie lo supiera...

Vamos con ellos:

El 1º: Todo el mundo me tiene por muy bueno... ¡pues no! soy muy malo.

2º: No se cocinar, y ya no voy a aprender.

3º: Tal vez... quizás solo tal vez, algun@s pueden tacharme de machista, pero no es verdad. Me educaron así. En mí casa había cinco mujeres y no te dejaban que hicieras nada de lo que hoy se pide que los hombres compartan con las mujeres. Siempre había un... "¡habiendo en casa cinco mujeres como cinco soles, vas a venir tú a planchar!" (o a lavar, o a guisar etc. etc.) y ¿quien manda en casa? ¡las mujeres!... así que a callar.

4º: Pero no soy machista. Jamás nadie defenderá los derechos de la mujer con tanta sinceridad como yo... aunque no estoy de acuerdo con muchas de las monsergas que cuentan las feministas.
En todo lo que escribo sobre la mujer me atengo a lo que decía Denis Diderot: "Cuando se escribe sobre las mujeres, hay que mojar la pluma en el arco Iris y secar las líneas con polvillo de alas de mariposa".
Y no solo en lo que escribo. Desde niño me enseñaron a respetarlas y jamás he faltado a esa educación adquirida.

5º: Un secreto que solo conoce mí mujer y un par de compañeros, (más las personas implicadas) es que seis u ocho meses antes de que el Profesor Neyra fuera agredido por defender a una mujer, yo estuve a punto de ser agredido en el Centro Médico de Esquivias por un payaso, porque le llamé la atención. Estaba insultando a las mujeres que atienden en el Centro las consultas de la gente. No tuvo valor, o acaso fue porque yo no le volví la espalda. Estos seres solo son valientes en manada, o a traición por la espalda.

6º: No soy guapo.

7º: No tengo dinero.

Y ahora tengo que pasarle la batuta a siete colegas:

La primera será mí amiga Carolina del blog:
La segunda, mí amiga Ilusión, del blog:
La tercera es mí paisana y amiga Adara del blog:
La cuarta mí joven amiga Vane del blog:
La quinta mí jovençisima y valiente amiga Jessica del blog:
La sexta mí amiga portuguesa que presenta unas fotos, y unas entradas maravillosas,
 Miuíka del blog:
Y por último la septima es mí amiga Maria del blog:
Esto es todo amigos, como diría el de los dibujos animados de la tele.
Solo me queda avisarles a sus respectivos blog, para que si lo aceptan pasen a recogerlo.





martes, 23 de marzo de 2010

Copa eterna

Poema de Alejandro Vera. Autor de Venezuela.

Foto de la red



Copa eterna
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Enré en la tienda: Solitaria estaba.
Y a la luz de la tarde moribunda,
ví a la hermosa ventera que lloraba
detrás del mostrador meditabunda.

"¿De algún amante pérfido olvidada
lloras duro desdén o torpe agravio?
¿Mucho sufres? Responde"... Pero nada
a mí pregunta contestó su labio.

"Dame cerveza" al fin le dije rudo,
y mientras la cerveza me servía,
contener una lágrima no pudo
cayendo al vaso do el licor hervía.

Bebamos ambos, añadí, que el frío
del corazón destiérre la tristeza;
y al acercar el vaso al labio mío,
me detuvo la mano con presteza...

"Voy a cambiarla" dijo con quebranto.
Y yo exclamé con voz desfallecida:
"¡No la cambies! que hiel en vez de llanto
he bebido en la copa de la vida".




Foto de la red